2 abril, 2017

Tengo ansiedad

La ansiedad es una desagradable sensación de no estar en tu sitio, de no sentirte segura en ningún lugar. Es un estado de alerta permanente, como si estuvieras frente a un peligro inminente sin tener la capacidad de protegerte. Muchas veces sientes un «pellizco» en la boca del estómago que no permite una buena respiración, náuseas, mareos, desmayos, inquietud, hipersensibilidad, hormigueos, dolor de barriga, diarreas, temblores, palpitaciones, dolor de cabeza, fatiga, debilidad en las piernas, confusión mental, etc. La lista de síntomas es vasta y propia a cada persona..  Sientes que has perdido el control de tu vida y que rozas la locura.

¿Qué la provoca? Básicamente se trata de un «atasco» emocional, o sea, emociones no digeridas. Puede que tengas demasiados frentes abiertos o alguna situación, conciente o inconciente, con una gran intensidad emocional.  A veces sabes que estás pre-ocupada por algo que podría suceder, aunque en el momento presente no esté pasando nada. A veces es algo que te  está ocurriendo y no sabes cómo responder y otras veces no tienes ni idea de por qué te sientes tan rara, por lo tanto, no sabes cómo ayudarte. Lo importante es que la ansiedad te está avisando de que algo no va bien. Ya sea por algo conocido o por algo que todavía no conoces, siempre hay una o varias razones para sentirte como te sientes. Es el momento de hacerte cargo de la situación, aprovecharla para conocerte mejor y comprender lo que te está haciendo mal.

Una vez el o los temas están identificados, puedes comenzar un proceso de transición hacia el cambio. Cada persona vive de manera diferente las transiciones, pero generalmente cuesta salir de la comodidad para ir hacia algo desconocido. El acompañamiento de un/a profesional puede ser muy importante en la buena resolución del problema, ya que si tienes ansiedad, es que estás afrontando algo difícil o debes hacer frente con una actitud que no conoces. De manera más sencilla, estás frente a algo que «te cuesta».

La psicoterapia corporal es de gran ayuda para la ansiedad porque, por un lado, te sientes acogida tal y como estás, vamos aclarando los asuntos pendientes, los digieres y recuperas la sensación de poder conducir tu vida y, por otro lado, te liberas físicamente de estas sensaciones desagradables, a la vez que aprendes técnicas corporales para gestionar las diversas situaciones que podrían estar provocando la ansiedad. La psicoterapia ayuda a recuperar los recursos internos, por escondidos que estén, con el objetivo de hacerte cargo de la situación con calma y valentía. El vínculo con el/la psicoterapeuta «permite» que estos recursos vayan apareciendo, se reconozcan como propios y se puedan ir soltando los miedos y otras emociones que estaban retenidas, aclarando la visión.

Sentirse acompañada frente a la dificultad es también compartir los miedos y el malestar. Esto alivia, descarga y ayuda a convertir situaciones difíciles en aprendizaje para el bienestar. Vamos caminando juntas hasta encontrar la fuerza y la determinación para ir hacia adelante por el camino elegido.